Ensenada – Guerrero Negro 682 km en 11 dias.
México es definitivamente diferente al resto de los países en los que hemos n ahora. Pasamos la frontera sin ningún problema y una vez allí el cambio es evidente. Mucha gente en la calle, ruido, música, trafico…. Teniendo en cuenta la situación de las ciudades fronterizas de Mexico no es la mejor, decidimos coger el bus hacia Ensenada y así dejar atrás el “peligro”. En la parada de bus se me acerca Sebastian un taxista que no para de hacerme preguntas sobre la bicicleta sobre todo acerca de las llantas! Le respondo que si, que desde Alaska no he tenido ningún problema con la bici a lo que me responde con los ojos como platos: “Desde Alaska nada mas que en pura bicicleta???” “Ustedes son pura galleta!!” (pura fibra).
El viaje en autobús es tranquilo y llegamos Ensenada. Decidimos quedarnos un día mas ahí antes de ponernos rumbo al sur.
El cambio de paisaje es algo mas que evidente. El color marrón sustituye al verde y el polvo se apodera del ambiente. Podeis ver aqui un pequeno video.
Otro gran cambio: no hay arcen! La mayoría de las veces pedaleamos pisando la raya blanca. En la carretera la ley es bien clara: el vehículo mas grande tiene la preferencia por lo que ante los camiones gigantes que nos pasan cada dos por tres no tenemos nada que hacer. La verdad es que nos llevamos una gran sorpresa ya que los conductores, la inmensa mayoría de ellos, son muy respetuosos con las bicicletas y a la hora de adelantarnos nos dan espacio. Esto cambia cuando llegamos especialmente a San Quintin.
El numero de camiones que hay en la carretera por alguna extraña razón se multiplica por 5 y no nos dan espacio. La mayoría de veces nos vemos obligados a parar o incluso ir hacia la derecha donde grandes piedras, arena, barro y en el peor de los casos los cuerpos inertes de los perros, nos esperan.
Esa noche dormimos en Cielito Lindo, un sitio que nos recomiendan.
De ahí vamos a El Rosario. Tras El Rosario nos esperan un par de días largos de mas de 100 km atravesando el desierto. Durante el camino subimos pequeños puertos a menudo y las rectas se hacen interminables. Pedaleamos entre cactuses.
Hace calor por mucho que estemos en Noviembre, y a mediodía rondan los 40 grados al sol. Debido a que las distancias son enormes entre los pueblos nos vemos obligados a acampar en el medio del desierto. Las estrellas brillan mas que en ningún otro lugar y el silencio es sepulcral. Aqui tenéis un video.
De ahí a Bahía de los Angeles. El primer pueblo a la orilla del Mar Cortez. Decidimos pasar un par de días hasta que pase la” Baja 1000” (carrera de coches parecido al Paris Dakkar).
Conocemos a John que ademas de invitarnos a su casa, nos lleva a pescar y compartimos cenas muy divertidas.
Tras un par de días de descanso es hora de ponerse en marcha. Tenemos que volver por la misma carretera por la que llegamos y parece que el fuerte viento no quiere dejarnos salir de Bahía de los Angeles. Esa noche volvemos a acampar en el desierto pero esta vez son las vacas las que nos despiertan!
De ahí vamos a Guerrero Negro, donde se divide Baja California Norte del sur.
El camino se caracteriza por ser una recta larga y aburrida donde 10km antes de llegar a la frontera se divisa una gigante bandera de México. Guerrero Negro es también conocido por ser un lugar donde se pueden ver las ballenas de enero a abril.
Aupa Pareja!
Animo pila EuskalHerritik!!!!
By: Ikardo on 8 diciembre, 2010
at 23:31
Animo que vais bien y recuerdos a los canadienses.
Segi horrela!!!
By: atta on 9 diciembre, 2010
at 23:49
aupa nacho y compañia. teneis una fotos estupendas. os seguimos. Un abrazo y suerte.
By: angel gurruchaga on 12 diciembre, 2010
at 20:49